La platería, las copas, la
vajilla, relucientes. Los manteles, en perfecto orden. La ropa de la otra
estación, en prolijas cajas, con flores de lavanda. La sala, siempre impecable
para ocasionales visitas. Y las dueñas de casa, intachables hasta el hastío.
Para el Juego de mayo de Cuentos
y más, cuya consigna es "cuentos sin verbos".
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