miércoles, 10 de abril de 2013

Delicado encargo


Después de meses de posar pacientemente, tuvo por fin ante sí la obra terminada. El retrato era tan fiel que no se reconoció. Abochornada, demandó al pintor por daños y perjuicios.

3 comentarios:

  1. ¿Por qué será que no nos vemos como somos? Y eso, a pesar de los espejos...

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Es que con los años, los espejos tienden a distorsionar la imagen. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Pedro, no lo vas a poder creer, pero un rato después de contestarte, leí tu micro "Reflejo" en la antología. Hermoso.

    ResponderEliminar