domingo, 27 de octubre de 2013

Libertad perpetua

Noemí conquistó salvajemente su derecho a hacer lo que quiere. Dos crímenes y una antigua reputación de peligrosa la eximen de compartir su celda, y durante todo el día más la noche insomne, lee. Y cuanto más mundo descubre, menos la encierran  sus cuatro paredes grises. De sufrida esposa a asesina del marido, de ignorante a erudita, Noemí no conoce matices. Un único temor ensombrece su vida: que no le alcancen los años para releer lo imprescindible. Para ir ganando tiempo, por si a algún juez se le ocurre dar por cumplida antes su condena, siempre carga en su mano un libro, y en su bolsillo, una filosa púa.

Este micro quedó entre los 300 finalistas (de un total de 22.571 relatos) del III
Concurso Anual de microrrelatos "César Egido Serrano"- Museo de la Palabra.

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